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- Terminamos la primera Etapa
- Vimos lo que te impide cumplir tu propósito
- Problemas de Sanidad Interior
- Problemas de Mente Renovada
- Problemas de Posesión o Perturbación Demoniaca
- Problemas de Maldiciones
- (Problemas Sexuales)
- Vimos lo necesario para arraigar tu fe
- Las doctrinas básicas (Básicos del Cristianismo)
- Las bases de nuestra fe -porqué lo creemos (Apologética)
- La esperanza de nuestra fé (Escatología)
- Vimos lo necesario para empezar a producir fruto
- Cómo descubrir tu propósito (El Reino y tu Propósito)
- Cómo compartir tu fe (Evangelismo)
- Mientras desarrollábamos disciplinas básicas
- Tu Devocional
- Congregarte (ser iglesia)
- Ofrendar
- Vimos lo que te impide cumplir tu propósito
- Empezamos a ver asuntos cruciales de la Segunda Etapa
- Cómo impartir la paternidad espiritual (el pastorear y discipular)
- Los 6 frentes de la guerra espiritual (Emociones-Carácter, Pensamientos, Voluntad-obediencia, Ministerio-Trabajo, Oración-Intercesión, Conocimiento)
- La Autoridad y Libertad que tenemos en Cristo.
- Seguimos con: Cómo comenzar con tu ministerio
- Asuntos del liderazgo
- Tema más práctico, más técnico
- Encaminado a producir más fruto, más profesionalmente.
- La promesa: si eres fiel en lo poco, más se te dará, sobre mucho se te pondrá.
- Advertencia: No es fácil manejar la Gloria de Dios
- Su definición: Sus atributos, ie.: su fortaleza, su belleza, su gloria, su grandeza, su originalidad, su perfección, etc., en alguna área de tu vida: tu carácter, tu ministerio.
- Los portadores: La creación… pero muy especialmente: los ángeles, los seres humanos, por ser creados a su imagen y semejanza.
- El riesgo: Que caiga en la condenación del diablo (1Ti.3:6) -Orgullo, Vanagloria, Presunción
- 1era fase: recién convertido (1Ti.3:6) -No tienes Gloria, pero la codicias.
- Problema de Inferioridad (Sanidad Interior)
- Malas formas de suplir necesidades emocionales (malos hábitos)
- Falta de madurez (Mente renovada)
- Caso de Simón (Hch.8:9-23)
- decía ser alguien importante (haciéndose pasar por algún grande (Hch.8:9)
- los había tenido deslumbrados con sus artes mágicas. (Hch.8:11)
- estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito. (Hch.8:13)
- Denme también a mí ese poder, para que todos a quienes yo les imponga las manos reciban el Espíritu Santo. (Hch.8:19)
- puedo ver que estás lleno de una profunda envidia y que el pecado te tiene cautivo. (Hch.8:23)
- Mi caso
- 2da fase: en la etapa de gloria (2Co.12:7) –Te deslumbra tu Gloria y pierdes piso.
- Reflejas la calidad vida y la madurez de Cristo (su gloria)
- Sabes cómo vencer en los diferentes frentes (Satanás te “hace los mandados”)
- Empiezas a generar fruto que sobre pasa al de otros y gente es bendecida (“Establecimiento”)
- La unción te hace sobresalir en tu don o ministerio (“Crecimiento”)
- Te has generado un nombre (Eres popular, “éxito”)
- Caso de Satanás (Ez.28:12-17)
- Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. (v.12)
- Tenías la ropa adornada con toda clase de piedras preciosas (v.13)
- Te ungí como poderoso ángel guardián (v.14)
- Tenías acceso al monte santo de Dios (v.14)
- Eras intachable en todo lo que hacías (v.15)
- A causa de tu hermosura te llenaste de orgullo. A causa de tu esplendor, corrompiste tu sabiduría (Ez.28:17)
- y “seré semejante al Altísimo” (Is.14:14)
- Mi caso
- 1era fase: recién convertido (1Ti.3:6) -No tienes Gloria, pero la codicias.
- Síntomas
- No estás recibiendo el amor del Padre (Stg.4:1-3, 1Jn.2:15-16)
- No te has convertido
- Tienes tu vaso emocional roto
- No tienes tu devocional (tiempos de intimidad con Dios efectivos)
- Sietes envidia y celos (Nm.11:29, Jn.3:26)
- Cuando otros tienen más poder, habilidad, recursos, relaciones que tu.
- Cuando Dios prospera a otros más que a ti.
- Te sientes menos cuando tienes alguna carencia o debilidad o eres pequeño.
- No te gozas con el éxito de otros.
- Tratas de impresionar a los demás (buscar que no hablen mal de ti)
- Quieres que otros hablen de ti y de tus buenos atributos (buscas la alabanza).
- Recientes cuando la gente no aprecia o agradece tu trabajo y/o esfuerzo
- Eres complaciente
- Vanagloria
- Te sientes mejor o superior que otros (Mt.23:8-12) –cuando tienes un mejor desempeño o habilidad, mejores posesiones, mejor estrategia, más santidad, títulos, relaciones, etc.
- Tratas con desdén o desprecio a los más débiles que tú (menos talentosos, menos santos, menos exitosos, etc.) (Lc.18:9-14)
- No eres paciente o compasivo con los que no tienen tu mismo nivel (de santidad, entendimiento, éxito)
- Esperas que la gente te de un trato especial (Mt.23:6-5)
- Te molesta si no te dan el título o el trato especial (Mt.23:6-7)
- Nadie te puede cuestionar (Jn.18:22)
- Ya no haces trabajos “serviles” (Jn.13:6)
- Vives para tu gloria (para alimentarla, defenderla y sostenerla)
- Eliminas cualquier competencia (Mr.9:38; Nm.11:28)
- Impides o obstaculizas que otros líderes o ministerios se levanten
- Impides que los miembros apoyen a otros ministerios que no sean el tuyo.
- Ejerces un celo contra otros líderes o ministerios (1Co.1:11-13)
- Cuando otros líderes o ministerios no se desempeñan bien en vez de dolerte por los retrasos que eso produce en el reino, disfrutas señalarlo y compararlo con tu “buen desempeño”
- Crees que no tienes nada que aprender de las personas que discipulas o que son “menores que tu”.
- Eres controlador
- Te ofendes cuando te reprenden, exhortan, o amonestan (Mt.15:12)
- Rechazas cuando te dicen que estas mal en algo sin antes analizarlo, meditarlo, discernirno
- Rechazas una enseñanza o amonestación o retroalimentación, no por el contenido, sino por quién te lo dice
- Pensamientos
- “que fregón soy”
- “que bien me salió”
- “pobre hermanito, es un looser, deja le ayudo”
- “wow, me lucí”
- No estás recibiendo el amor del Padre (Stg.4:1-3, 1Jn.2:15-16)
- Antídoto
- Administración del pensamiento
- No es mi gloria o la grandeza de mi ministerio lo que debo buscar (1Co.3:4-5, Mt.6:1), sino la gloria de Dios (Sal.115:1) y la extensión de su reino (Mt.6:10), la cual sucede cuando cada uno cumple su ministerio (Ef.4:12,16)…y yo solo soy una pequeña parte, pero importante, dentro del cuerpo de Cristo.
- Todo lo bueno que hay en mi, es por la persistente y amorosa obra del Espíritu en mi vida quien pone el querer como el hacer (Fil.2:13, Ro.8:13).
- Ningún talento, ninguna revelación, ningún logro, ninguna cosa buena en mi vino es porque seas mejor persona sino por su pura gracia (Sal.127:1-2; Dt.8:18; 1Co.15:1; Ro.9:16). Sin él no sería nada.
- Todo lo que tengo es un regalo de Dios (1Co.4:7)
- Requiero de la contribución mi hermano, aún del menor de ellos (1Co.3:5-6, 1Co.12:21-22)… aún de los incrédulos.
- No soy valioso por lo que tengo, lo que logro, o lo que se, sino por el precio que pagó Jesús por mi (Ap.5:9, 1Co.6:20).
- Dios me escogió de lo vil y de lo despreciado del mundo para rey y coheredero junto con Cristo (1Co.1:25-29; Ro.8:17)
- Siervo inútil soy pues no hago nada mas de lo que se me encomendó hacer (Lc.17:10)
- No soy mejor ni peor que mi hermano, solo me tocó hacer una función diferente (1Co.12:21)
- No estoy exento de caer y puedo caer en lo mismo que condeno (1Co.10:12, Ga.6:1)
- No soy mejor que mi prójimo que esta en el error, pues yo estuve igual de cegado que él, pero Dios tuvo misericordia y me abrió los ojos al llamarme (Ro.8:30, Ga.1:13)
- Mi prójimo que está en el error es solo una víctima de Satanás, y mi guerra es contra él, no contra mi prójimo (Ef.6:12; 1Ti.1:13, 2Co.4:4; Hch.26:18)
- Dios utiliza mi debilidad y mi necesidad para glorificarse y cumplir su propósito en mi (1Co.1:25-31; 2Co.12:9)
- Lo que tengo o lo que logro no me hace más valioso que mi prójimo (Ap.5:9, 1Co.6:20), pues valgo por lo que soy, no por lo que tengo o hago.
- Prácticas correctas
- Si te sientes menos piensa en la exaltación que has obtenido en Cristo (Stg.1:9)
- Como Jesús que lo tenía muy presente en su humillación (Jn.13:3)
- Si sientes que pierdes piso, piensa en tus debilidades y deficiencias (Stg.1:10)
- Tu fortaleza se convierte en tu debilidad y tu debilidad en tu fortaleza
- Ayudar a otros a desarrollar su liderazgo, su ministerio (1Co.4:8)
- Tener siempre presente tus fallas, tus errores, tus pecados (Sal.51:3; 1Ti.1:15) y recuerda la misericordia que Dios te tuvo.
- No hagas nada para impresionar a alguien (Fil.2:3)
- Considera a los demás mejor que tu (Fil.2:3)
- Ora por, y gozarte con, el éxito de mis consiervos (Ro.12:15, Fil.2:4)
- Gloriarte en tus debilidades, necesidades etc. (2Co.12:9)
- Se agradecido: no des nada por sentado (1Ts.5:18)
- No te tomes muy enserio como para hacer cosas que no son de “tu nivel” o humillantes (Jn.13:5)
- No busques que te llamen por títulos (Mt.23:7)
- Trata de pasar desapercibido, no busques figurar o ser la estrellita (Lc.14:10)
- Si te sientes menos piensa en la exaltación que has obtenido en Cristo (Stg.1:9)
- Administración del pensamiento
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